"La vida es el don más importante. Pocas veces pensamos en ese gran regalo y en las dificultades lo olvidamos. Si recuerdas el momento de tu nacimiento, aunque no seas consciente de él, podrás sentir como recibiste el valioso don de la vida. Cuando eras niño tus dones los manifestabas a través del amor, sonrisas, paz, tranquilidad, alegría, dulzura. Al crecer construiste tu personalidad con creencias, costumbres, hábitos y probablemente dejaste de reconocer los dones con los que viniste al mundo. Con el tiempo sueles olvidar lo bueno que posees y te enfocas más en aquello que crees te falta. No te falta, es que no has mirado dentro de ti.
Es importante reconocer las cualidades y virtudes, al hacerlo te conecta con todo lo bueno que posees. Al expresar tus dones, tu felicidad se extiende. Reflexiona acerca de ellos ¿cuáles son? ¿qué aspectos de ti te gustan más, que al compartirlos con otros aumenta su felicidad y la tuya?
Piensa en lo mejor que das a los demás y que disfrutas mucho haciéndolo ¿escuchas a otros? ¿fácilmente das amor? ¿ayudas a quienes están en problemas? ¿haces reír? ¿motivas? ¿cantas? ¿eres artista? Los dones los expresas siendo tú mismo, hablando con otros, ayudando, enseñando, construyendo o guiando. Piensa en todas esas cualidades que valoran de ti. Acéptalas con humildad y agradece tenerlas.
Cuando exteriorizas tus dones te liberas de las apariencias y disfrutas de todo lo que tienes. Valóralos, vívelos y manifiéstalos constantemente. Reconocerlos te hace más valioso, te ayuda a enfocar en tus aspectos positivos. Compartirlos, aumenta tu alegría y satisfacción. Expresarlos continuamente te ayuda a crecer y vivir con un propósito, logras excelentes resultados en tu vida y en la relación con los demás.
Si sientes que tienes que mejorar, ten presente que la vida consiste en aprender y para transformarte en alguien que deseas tus dones son el mejor apoyo para hacerlo."
No hay comentarios:
Publicar un comentario